Madrugar con la noticia que es tu último día, que por más que corras, el cuento no tiene un final feliz, que necesitar de otro siempre va a ser una carencia, que no existe lo que se anhela, que no se anhela sin antes imaginarlo, que imaginarlo es escapar, que escapar es afirmar que no sos feliz.Y cómo quiere uno ser feliz, si madruga con una mala noticia.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Nirvana



Estoy arriba de una tranquera, es de noche. Una noche mansa hace, no hay viento. Me empecé a acordar de vos, de ustedes, de todos bah. Los llevo siempre en mente. Es más, me surgió el recuerdo hoy a la tarde cuando vi a unos chicos saliendo de la escuela. Se iban riendo de cualquier cosa como lo hacíamos nosotros. Después seguí paseando y ahora que se calmó un poco todo, te escribo. Sabés qué lindo este lugar. Apenas si llueve o sale el sol, los días están calcados entre sí de otro día casual. Ya hace tres, cuatro meses que estoy acá y me pienso quedar algunos meses más, quizá. Voy, vengo, no tengo lugar fijo ni quiero tenerlo tampoco. Me siento bien conmigo. No es de ególatra ni por aparentar rudeza, es real. Estoy, de verdad, bien.
Hace tiempo tendría que haberte escrito pero no quería imaginarte esperando mi regreso. Ni con fe. Sos de los que buscan explicaciones racionales a todo. Aclaremos: no me fui por algún problema en particular, no hay culpas. Vacío, un hueco que se llena de a poco en la vida: amor, sueños, trabajos, desgracias, un gol, etc. Pero no todos tenemos el hueco, el espacio. Simplemente no. Así fue como me harté de mí y fracaso tras fracaso tras frustración iba haciéndome cada vez menos y arrimándome más. Partí. Yéndome, hace tiempo que ya no soy.
Fue muy duro al principio, tomar conciencia costó mucho y adaptarse, más todavía. Apenas tengo vista (los ojos los perdí) y casi nada de materia. Voy mutando. Es gracioso: habría sido imposible, antes del cambio, pensarme como ahora. Te contaba, cuando empecé con este tema lo más raro era des-acostumbrarme. Des-acostumbrarme a mí, al tiempo, a esperar. Luego vino el extraño. Limarme la cabeza pensando en ustedes. Porque al fin y al cabo uno vive para unos pocos. Despojarme desde el yo hasta la memoria. En verdad fue complicado. En el camino me enamoré y me des-enamoré, eso de las relaciones largas no es amor. No vamos a hablar del amor, ya se ha escrito demasiado.
¿Vos cómo andás? ¿Qué es de tu vida? Desde acá te siento como a un torpe que disfruta con ganas pero que temem. No sirve temer. Si tenés miedo de algo no lo hagas, pero si querés vencer al miedo… no me mires así ¿Qué puedo mentirte? Por otro lado, encará la realidad. Es mi vida. Es mi vida y a la vez muchas vidas. No hay nada que se erija encima de tanto. Aceptalo, soy marginal, soy un hombre cansado de haber existido. Parecerme una ola con elefantes dándose la trompa desde una ruta y ser una piba con cara de joystick desde tu balcón. Ya no me mires así que soy nube.

P.D: Los rayos no existesn, son los flashes de las fotografías.

2 comentarios:

  1. me atrajo el título y después de ver que no era musical, fue como un ir y venir... que no termina... me gustó... salu2

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