La paz
característica entre Orden y Limpieza es tan ordinaria que solemos
confundirlas. Pasamos la vida entendiendo Limpieza y Orden como dos cosas
parecidas que van de la mano y planifican un día a la semana para encontrarnos
en la casa haciendo dichas tareas.
Orden es quietud, es azul y frío. Es reposo
levitando el almíbar. Limpieza es caos, es soplar los libros de una biblioteca
y apilonarlos analfabéticamente; es tensión e incógnita.
Velódromo,
2011